Cualquiera puede producir biodiésel. Es fácil, puedes hacerlo en tu cocina, y es mejor que el combustible derivado del petróleo que venden las petroleras. Tu motor funcionará mejor y durante más tiempo con tu combustible casero, y es mucho más limpio. Es mejor para el ambiente y para la salud. Si lo produces a partir de aceite de cocina usado no sólo será barato, también estarás reciclando un residuo contaminante. Así es como se hace:
Primera parte
Segunda parte
Hay tres maneras de hacer funcionar un motor diésel con aceite vegetal. Una de ellas es mezclarlo con gasolina, diésel mineral (procedente del petróleo), o algún otro disolvente. La segunda manera es quemarlo directamente sin mezclarlo con nada, y la tercera es transformarlo en biodiésel. Cada una de ellas tiene ventajas e inconvenientes.
El aceite vegetal es mucho más viscoso que el diésel mineral y que el biodiésel. El propósito de mezclarlo con otros combustibles o disolventes es reducir su viscosidad para que fluya mejor a través del sistema de combustible hasta la cámara de combustión.
Se hacen distintas mezclas, desde 10% de aceite y 90% de diésel, hasta 90% de aceite y 10% de diésel. Algunas personas usan estas mezclas sin precalentamiento (el calor reduce la viscosidad del aceite), o usan incluso aceite vegetal puro sin haberlo precalentado.
Esto último puede hacerse en verano con un viejo Mercedes IDI diésel de cinco cilindros de los años ochenta, que es un motor muy resistente. Aunque no le siente bien, lo aguantará. No puede hacerse con cualquier motor.
Para hacerlo bien y sin riesgos hay que modificar el motor y el sistema de combustible, por lo menos añadiendo precalentamiento (sigue leyendo). En ese caso no hacen falta mezclas, puede usarse aceite vegetal puro.
Las mezclas de aceite vegetal con distintos disolventes como la trementina, o con «ingredientes secretos», como el naftaleno o la gasolina sin plomo, son experimentales. Se sabe muy poco o nada sobre los efectos de estos aditivos en las características de combustión del combustible, o sobre su efecto en el motor a largo plazo. Estas mezclas no son recomendables.
Su mayor viscosidad no es el único problema del empleo de aceite vegetal como combustible. La composición y características de combustión del aceite vegetal son distintas de las del combustible diésel para el que están diseñados los motores, especialmente los más modernos. Los motores modernos son máquinas de tecnología avanzada bastante exigentes con las características del combustible. Son resistentes, pero hay que cuidarlos.
Esto no está garantizado, pero se dice que una mezcla de 20% de aceite vegetal de buena calidad con 80% de diésel mineral es bastante segura para motores antiguos, especialmente en verano. En los demás casos, para usar aceite vegetal hay que modificar el motor, o transformar el aceite en biodiésel.
En general las mezclas son un compromiso pobre. Sin embargo pueden tener ventajas cuando hace frio. Como ocurre con el biodiésel, mezclando algo de diésel mineral con el aceite vegetal se reduce la temperatura a la que el aceite empieza a gelificarse.
Los sistemas para aceite vegetal pueden ser una opción limpia, eficaz y barata.
Para que el motor funcione con biodiésel no es necesaria ninguna modificación, en cambio para que funcione con aceite vegetal hay que hacerle algunos cambios. Lo mejor es instalar un sistema profesional de un depósito, con inyectores nuevos y precalentamiento del combustible. El sistema para aceite vegetal de Elsbett funciona con diésel mineral, biodiésel, aceite vegetal, y cualquier combinación entre ellos. Permite arrancar y parar el motor sin ninguna precaución especial, como en un automóvil normal. La furgoneta Toyota TownAce de Journey to Forever tiene instalado el sistema Elsbett de un depósito.
También hay sistemas de dos depósitos con precalentamiento del aceite. Hay que arrancar el motor con diésel mineral o biodiésel. Mientras el aceite se va calentando un segundo depósito, y sustituye al diésel cuando está lo bastante fluido. Antes de parar hay que volver al diésel para evitar daños en los inyectores.
Consulta Aceite vegetal como combustible diésel.
El biodiésel tiene varias ventajas sobre el aceite vegetal:
El biodiésel es un combustible limpio, seguro y bien desarrollado, mientras que muchos sistemas para aceite vegetal son aún experimentales y hay que investigarlos más.
Por otra parte, el biodiésel puede ser más caro, dependiendo de la materia prima, de la cantidad producida, y de si se compara con el aceite nuevo o con el aceite usado. Además hay que procesarlo.
De todas formas también hay que procesar el aceite vegetal, especialmente el aceite de cocina usado, que mucha gente prefiere porque es gratuito o muy barato. Hay que limpiar el aceite de cocina usado de partículas, impurezas y agua. Muchas veces también hay que desacidificarlo.
Combustible | Hay que procesarlo | Funcionamiento garantizado | Cambios en el motor | Coste | * Puede que haya que cambiar los filtros de combustible durante las dos primeras semanas. En algunos motores antiguos hay que cambiar los conductos y las juntas de caucho. Consulta El biodiésel y tu vehículo |
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Biodiésel | Sí | Sí* | No | Más barato que el diésel mineral |
Aceite vegetal | Sí, pero menos | No | Sí | Más barato a largo plazo |
La mayoría de los estadounidenses consume unos 500 galones de combustible al año (diez galones por semana), lo que supone un coste de 1.200 $ al año (precios de diciembre de 2008).
El diésel mineral cuesta por lo menos el doble en muchos otros países industrializados (en el Reino Unido, en diciembre de 2008, costaba el equivalente a 5,74 $ por galon US), pero en esos el consumo es menor que en EE.UU..
Los productores de biodiésel caseros producen biodiésel con aceite de cocina usado con un coste de entre 0,50 y 1,00 $/galón, de forma que sus 500 galones anuales les cuestan entre 250 y 500 dólares.
Un sistema para aceite vegetal cuesta entre 500 y 1.200 dólares, o más. Consiguiendo el aceite gratis, el sistema se amortiza en el plazo de un año, que no es mucho en la vida de un motor diésel. Pero probablemente no se ahorre tanto como con la producción de biodiésel.
¿Funcionará bien el motor con aceite vegetal? Sí, si instalas un buen sistema. Más información en Aceite vegetal como combustible diésel.
Probablemente la mejor solución sea transformar el aceite en biodiésel.
Hay biodiésel disponible comercialmente. La mayoría de los principales fabricantes europeos de automóviles ofrecen garantías para el uso de biodiésel en sus motores, aunque puede que no para cualquier biodiésel. Algunos fabricantes solo garantizan el funcionamiento con biodiésel de colza, y no con biodiésel de soja, porque el de soja no cumple la norma de calidad europea EN 14214.
En Alemania hay miles de estaciones de servicio que venden biodiésel, y más barato que el diésel mineral. Todo el diésel mineral que se vende en Francia contiene entre un 2% y un 5% de biodiésel. Las leyes europeas obligarán a hacerlo así en todos los paíeses de la Unión Europea. Ya hay leyes similares en algunos estados de EE.UU., donde las ventas de este combustible crecen rápidamente. En el Reino Unido el biodiésel paga menos impuestos de el diésel mineral.
Si prefieres hacerlo personamente, hay buenos métodos para producir biodiésel de gran calidad. Algunos de los productos necesarios son peligrosos, toma todas las precauciones. Si te quemas, quedas mutilado, pierdes la vista, mueres, o haces daño a alguien, nos dará mucha pena, pero no nos sentiremos responsables. La responsabilidad de tus actos es solo tuya.
Por otra parte, nadie se ha hecho daño produciendo biodiésel casero. Muchas personas corrientes de todo el mundo han estado haciendolo durante años, y hasta ahora no ha ocurrido ningún accidente grave. Haciendolo con prudencia y sensatez no es peligroso.
«Sensatez» quiere decir que no tengas demasiado miedo, como algunas personas que dicen: «me gustaría hacer biodiésel, pero me asustan esos venenos terribles». De hecho son bastante comunes en las casas. El hidróxido de sodio se emplea como desatascador de tuberías; el metanol como combustible para barbacoa y en aeromodelismo.
Miralo con perspectiva, no hay motivo para tener miedo. Empieza por aprender todo lo que puedas. Encontrarás mucha información aquí y en otros sitios web. Consulta Seguridad.
Empieza con el proceso, el reactor puede esperar. Lo más recomendable es hacer pruebas de un litro con aceite nuevo, que es más fácil que con aceite usado. Puedes hacerlas con una batidora vieja o construyendo un sencillo mini-reactor para pruebas.
Avanza paso por paso. Estudia todo lo que dice esta página. Puedes hacer comprobaciones que te ayuden a seguir por buen camino. Cuando tengas dominadas las pruebas con aceite nuevo, podrás empezar con el aceite usado. Después podrás intentarlo con cantidades mayores.
En el fondo todo es bastante sencillo. No hay nada en este proceso que una persona corriente no pueda comprender y hacer bien, pero hay mucho que aprender. Aquí encontrarás toda la información necesaria. Journey to Forever es el resultado de la colaboración de miles de personas de todo el mundo durante una década.
El biodiésel se hace a partir de grasas de origen animal y vegetal, que desde el punto de vista químico son triglicéridos. No puede hacerse con grasa de origen inorgánico, como el aceite lubricante.
Cada molécula de triglicérido está formada por tres moléculas de ácido graso unidas a una molécula de glicerina. La reacción de formación de biodiésel consiste en separar los ácidos grasos de la glicerina con ayuda de un catalizador (NaOH o KOH), y unir cada uno de ellos a una molécula de metanol o de etanol. Esta reacción se llama transesterificación.
Para los principiantes que hacen sus primeras pruebas es mejor comprar reactivos de calidad a un distribuidor de productos químicos. Aunque el coste unitario parezca caro, al principio hace falta poca cantidad, y merece la pena a cambio de evitar que la mala calidad de los reactivos altere el resultado de la prueba. Cuando termines las pruebas y empieces a producir en mayor cantidad, será el momento de buscar suministros baratos.
El alcohol puede ser metanol, que forma metilésteres, o etanol, que forma etilésteres. Puede hacerse metanol a partir de biomasa (madera), sin embargo casi todo el metanol disponible procede del gas natural, que es un combustible fósil. No hay manera de crear metanol casero.
La mayor parte del etanol disponible procede de las plantas (el resto procede del petróleo), y además puede producirse de forma casera. Hacer biodiésel con etanol es mucho más difícil que hacerlo con metanol. El biodiésel de etanol no es para principiantes.
El etanol es el alcohol etílico presente en las bebidas alcoholicas; el metanol es venenoso. En realidad los dos son tóxicos, pero el metanol es mucho más peligroso. No debes preocuparte, porque el metanol es seguro si se trata con cuidado. Todo lo que leas aquí está escrito pensando en la seguridad. Consulta Seguridad.
Otros nombres del metanol son: alcohol metílico, alcohol de madera, hidrato de metilo, carbinol, hidróxido de metilo, hidroximetano. Todos ellos son lo mismo. El término metilcarbinol se refiere tanto al metanol como al etanol.
La pureza del metanol tiene que ser por lo menos del 99%.
Para las pruebas puedes comprar combustible para barbacoa en un supermercado. No siempre es metanol, tienes que asegurarte de que sea metanol puro antes de comprarlo. Si contiene alguna otra substancia no sirve. Tampoco sirven el etanol desnaturalizado ni el isopropanol.
El catalizador puede ser hidróxido de potasio (KOH) o hidróxido de sodio (NaOH, sosa caústica). Ambos son higroscópicos, es decir, que absoben fácilmente la humedad del aire, y eso reduce su capacidad para catalizar la reacción. Hay que guardarlos siempre en recipientes cerrados herméticamente.
En los procesos descritos aquí (método de una etapa, método base-base, método ácido-base) puede usarse cualquiera de los dos (KOH o NaOH).
El hidróxido de sodio (NaOH) es más barato. El hidróxido de potasio (KOH) es mejor como catalizador y más fácil de usar. Los productores experimentados, que consiguen combustible de excelente calidad, usan hidróxido de potasio, y también los productores comerciales. Otra ventaja del KOH es que proporciona como subproducto del proceso fertilizante de potasio.
Recomendamos el hidróxido de potasio (KOH), especialmente a los principiantes.
El proceso es el mismo con KOH que con NaOH, pero la cantidad tiene que ser 1,4 veces mayor (1,4025). Se vende con varias concentraciones. Puedes comprar KOH y NaOH a distribuidores de productos químicos y en tiendas de artículos para fabricación de jabón.
El NaOH se utiliza como desatascador de tuberías y puedes comprarlo en supermercados, pero tiene que ser NaOH puro. Sacude el bote para asegurarte de que los granos están sueltos. Si han absorbido humedad estarán pegados unos a otros. Recuerda que tienes que guardar el hidróxido en un recipiente hermético. Los granos tienen que ser translúcidos e incoloros. Si son de algún color como azul o púrpura, contienen alguna otra substancia y no sirven. Asegúrate de que lo que compras es NaOH puro.
La manera más común de comparar la acidez de distintos aceites usados es indicar el resultado de la valoración hecha con NaOH. Sin importar el catalizador que utilizan en el proceso (KOH o NaOH), la mayoría de los productores expresa la acidez del aceite como el nº de gotas de solución de NaOH que fueron necesarias en la valoración.
ATENCIÓN: El catalizador es muy corrosivo. Evita el contacto con la piel y con los ojos, no respires los gases que desprende, y mantenla alejada de alimentos, niños y mascotas. El catalizador reacciona con el aluminio, el estaño y el cinc.Para el metóxido utiliza recipientes de HDPE (polietileno de gran densidad), vidrio, acero inoxidable, o esmaltados. Consulta Seguridad.
Los principiantes deben hacer sus primeras pruebas con aceite nuevo, sin cocinar. Los mejores aceites son el de colza, el de canola (que es una variedad de colza desarrollada en Canadá), el de maíz, el de soja y el de girasol.
No hagas tus pruebas con aceite de maní (cacahuete). El biodiésel de maní empieza a solidificarse a 15,5º C. Puede dar resultados extraños en las pruebas de calidad, que son una parte importante del aprendizaje.
El biodiésel hecho con aceite de palma, aceite de coco, sebo o manteca, solo sirve para el verano, porque con el frío se espesa y solidifica. El biodiésel suele tener un punto de fusión menor que el aceite del que proviene, pero si vives en un clima frío evita estas grasas y aceites, al menos en tus primeras pruebas.
El aceite de oliva, el de maní, el de palma, el sebo y la manteca pueden ser más ácidos de lo que es normal en los aceites comestibles refinados (menos de 1% de acidez). La acidez afecta al proceso de producción de biodiésel. En las primeras pruebas el aceite de tener la menor acidez posible. Evita también estos aceites.
La mayoría de los aceites comestibles comerciales contiene aditivos, como ácido cítrico y antiespumantes, que no tienen ningún efecto sobre el proceso o la calidad del combustible.
Si no encuentras ninguno de los aceites recomendados prueba con el aceite de cocina más común de tu región (tiene que ser aceite refinado). Probablemente será adecuado.
Cuando domines la realización de pruebas de un litro de aceite nuevo que superen los controles de calidad, empiza con pruebas de un litro de aceite usado. Cuando hayas completado con éxito las pruebas con distintos tipos de aceite podrás empezar la producción de biodiésel de gran calidad, y sabrás como enfrentarte a las peculiaridades de cada uno de ellos.
Materiales y utensilios:
Todo tiene que estar limpio y seco. Compra catalizador y metanol de calidad a un distribuidor de productos químicos o de material de laboratorio. También es posible comprar catalizador de buena calidad a distribuidores de artículos para fabricación de jabón. Aunque el coste unitario parezca caro, al principio hace falta poca cantidad, y merece la pena a cambio de evitar que la mala calidad de los reactivos altere el resultado de la prueba.
Lee las instrucciones de seguridad.
Tienes que darte prisa al pesar el catalizador porque absorbe la humedad del aire con mucha facilidad, y el agua es perjudicial para la reacción. Para pesarla métela dentro de una bolsa de plástico (o puedes meter el bote y la balanza dentro de una gran bolsa de plástico transparente). Cierra bien el bote y la bolsa, enrrollándola sobre sí misma para sacar de su interior tanto aire como sea posible. La balanza debe estar ajustada para que no tenga en cuenta el peso de la bolsa (pulsa la tecla "tara" con la bolsa vacía sobre la balanza).
¿Cuánto catalizador es necesario? Si utilizas NaOH (por lo menos 97% de pureza), la catidad necesaria es de 3,5 gramos exactos. Si utilizas KOH la cantidad depende de la pureza: pureza del 99% (poco común), exactamene 4,9 gr (4,90875); 92% (más común), 5,3 gr (5,33); 90%, 5,5 gr (5,454); 85%, 5,8 gr (5,775). Sirve cualquier pureza igual o mayor a 85%.
Sigue el método sencillo para preparar metóxido, que es una forma segura de hacerlo.
Mide 200 ml de metanol y viértelos con un embudo dentro del recipiende de medio litro de HDPE. el metanol también absorbe humedad del aire, hazlo deprisa y cierra bien la botella del metanol. No le tengas miedo. A temperatura ambiente normal no se evapora suficiente cantidad para suponer un peligro.
Añade el catalizador al metanol en el recipiente de HDPE, con cuidado, mediante un segundo embudo. Encaja el tapón y enrrosca la tapa encima firmemente. Agita la botella unas pocas veces, de lado lado formando un remolino (no la sacudas en vertical). La botella se calienta durante la reacción. Agitandola bien durante un minuto, a intervalos de cinco o seis minutos, el catalizador se disolverá en el metanol formando metóxido de sodio o metóxido de potasio. Puedes empezar el proceso en cuanto se haya disuelto todo el catalizador.
Cuanto más agites más rápido se disolverá. El NaOH puede tardar en disolverse toda una noche, unas pocas horas, o tan solo media hora, si se agita mucho. Pero no seas impaciente, espera a que se disuelva completamente. El KOH se disuelve en mucho menos tiempo que el NaOH y puede estar listo en diez minutos. Agitando cinco o seis veces tarda media hora.
Con batidora. Utiliza una batidora vieja o una nueva barata. Recuerda que nunca podrás volver a cocinar con ella. Comprueba que las juntas se encuentren en buen estado (debe ser un modelo con recipiente cerrado), que todas sus piezas estén limpias y secas, y que cierre perfectamente.
Precalienta el aceite a 55º C y viertelo dentro de la batidora. Con la máquina aún parada, vierte el metóxido con mucho cuidado. Antes de empezar asegurate de que la tapa esté bien cerrada. Debes mezclar durante veinte o treinta minutos, o un poco más. Es suficiente con una velocidad de giro lenta.
Con mini-reactor. En contrarás las instrucciones para costruirlo en la página del mini-reactor. Improvisa cuando sea necesario, puede hacerse de distintas maneras. Con este reactor la reacción tarda una hora a una temperatura de 55º C.
En cuanto termine la reacción vierte la mezcla en una de las botellas de dos litros y cierrala. La mezcla se contrae al enfriarse, deformando la botella. Puede que tengas dejar que entre algo de aire después de un rato.
Déjalo en reposo uno o dos días, o mejor un poco más. La glicerina formará una capa oscura en el fondo claramente separada de la capa de biodiésel que flota encima, de color claro. El color exacto de estas dos capas depende del aceite empleado. El biodiésel suele ser de color amarillo pálido (más parecido al ambar si está hecho con aceite de cocina usado). El biodiésel puede estar cristalino o turbio, no importa. Si está turbio se aclarará con el tiempo, pero no hace falta esperar.
Después de la separación decanta el biodiésel cuidadosamente en un frasco limpio o en una botella de plástico, evitando que entre glicerina en el nuevo recipiente. Si ocurre, dejalo en reposo para que vuelvan a separarse.
Para comprobar la calidad del biodiésel haz la prueba del lavado y la prueba del metanol. Si no pasa las pruebas no te desanimes. Si durante el reposo se ha formado la capa de glicerina en el fondo, ya has conseguido biodiésel.
Es normal que los primeros intentos no pasen las pruebas de calidad. Por ejemplo, distintas batidoras y reactores tienen distintas formas y velocidades de giro. Eso afecta al tiempo de reacción, y hay que hacer ajustes.
Solo necesitas más práctica, especialmente para medir con exactitud. Asegúrate de que los reactivos que usas son de calidad y de que has seguido las instrucciones al pie de la letra.
Si la muestra ha pasado las pruebas puedes lavar el resto. Consulta lavado. Haz el lavado en dos botellas de plástico de dos litros, con medio litro de agua de grifo en cada uno de los tres o cuatro lavados que son necesarios. Haz un agujero de dos milímetros en el fondo de cada botella y tápalo.
Vierte el biodiésel en una de las botellas y añade medio litro de agua limpia. Cierra bien la botella y agitala hasta que formen una mezcla homogénea. Si tienes un mezclador de pinturas lo bastante pequeño y una taladradora de velocidad variable, puedes recortar las botellas y mezclar con la taladradora. Deja que repose por lo menos tres horas. Drena el agua del fondo através del agujero, tapalo con el dedo cuando empieze a salir biodiésel, y trasvasa el combustible a la otra botella para el siguiente lavado. Limpia la botella y tapa el agujero. Debes repetir este proceso tres o cuatro veces.
Cuando está translúcido y cristalino ya está seco. Puede que tarde unas horas, o unos días. Si tienes prisa calientalo suavemente hasta 48º C y deja que se enfríe. Así se evapora el agua, déjalo en un recipiente abierto.
Acabas de crear combustible de excelente calidad.
Cuando hicimos nuestro primer biodiésel en Hong Kong hace más de siete años, era una investigación personal. Casi todo era improvisado y rudimentario. A parte de los reactivos, vasos de medición y jeringas, solo tuvimos que comprar una balanza.
Lo hicimos con desatascador de desagües de hidróxido de sodio, comprado en una droguería, y sesenta litros de aceite de cocina usado del McDonald's de la isla de Lantau. Estaba en cuatro garrafas de 16 litros. Era una mezcla de aceite y resíduos de grasa de pollo y ternera. En dos de las garrafas se había solidificado; en las otras dos era una pasta semilíquida. Lo calentamos en la cocina hasta 50º C y lo pasamos por un colador de malla fina, y después por filtros de café. Estaba bastante limpio, pues quedaron en los filtros pocos restos de comida.
También compramos diez litros del aceite de cocina más barato que pudimos encontrar. En las etiquetas solo ponía «aceite de cocina», sin decir de qué tipo. Con este aceite hicimos nuestra primera prueba.
Nos salió bien, aunque dos de nuestros seis primeros intentos no funcionaron. Hemos aprendido mucho desde entonces. Ahora conseguimos siempre biodiésel de excelente calidad. Ya no lo hacemos la reacción ni la preparación del metóxido en recipientes abiertos, ni tú tampoco deberías. Consulta Seguridad y Reactores para biodiésel.
Desde entonces hemos mejorado enormemente nuestros conocimientos, equipos y medidas de seguridad. Principalmente gracias a la colaboración de miles de productores caseros de todo el mundo en la lista de correo de los biocombustibles y otros foros de internet.
Nota: Haz tu primera prueba con un litro de aceite nuevo (sin cocinar) siguiendo las instrucciones del apartado Tu primera prueba. Comprueba el resultado con las Pruebas de calidad.
Nos resultó difícil encontrar metanol puro en Hong Kong, por lo que acabamos pagando el carísimo precio de 10 $ por litro (compramos cinco litros), a un distribuidor mayorista de productos químicos. Su pureza tiene que alcanzar el 99%.
Usamos Hidróxido de sodio (NaOH), comprado como desatascador de desagües en una droguería. Venía en pequeños botes de plástico, y no siempre se encontraba en buen estado. Recomendamos usar hidróxido de potasio (KOH) en vez de NaOH.
Lo hicimos con dos litros de metanol, diez litros de aceite vegetal y 3,5 gr de NaOH por cada litro de aceite (35 gr para diez litros). Es mejor empezar con pruebas de un litro.
Tuvimos que medir deprisa los 35 gr de catalizador porque absorbe la humedad del aire. En Hong Kong la humedad estival es del 80% y la temperatura de 30ºC o más. El catalizador se humedecía enseguida y perdía efectividad.
Preparamos el metóxido en una botella de cristal con las pareces gruesas y resistente al calor, con el cuello estrecho para evitar salpicaduras. Empezó a calentarse mucho y a desprender vapor de metanol. La reacción tardó 15 minutos. Siempre hay que preparar el metóxido en recipientes cerrados, aunque por entonces nosotros no lo sabíamos.
El metóxido de sodio es una substancia alcalina muy corrosiva. Cuando trabajes con metóxido respeta todas las medidas de seguridad, ten cerca un grifo de agua corriente y una botella de vinagre. Si te salpica en la piel, empapa la zona afectada en vinagre y enjuagala bajo el grifo con mucha agua.
Mientras habiamos calentado los diez litros de aceite hasta 40ºC en un cubo de acero de veinte litros para darle fluidez y que se mezclara mejor con el metóxido (55ºC es una temperatura más apropiada). Si calientas demasiado el metanol se evaporará (el metanol hierve a 64,7ºC).
Habiamos construido un soporte de madera para sujetar una taladradora, que hacía girar un mezclador de pinturas. Funcionó bien y sin salpicar. Esto es poco recomendable, pues es peligroso poner motores eléctricos sobre recipientes abiertos que desprenden vapor de metanol, que es inflamable. Consulta Reactor sencillo de 20 litros.
Con el agitador en marcha, añadimos el metóxido al aceite cuidadosamente. La reacción comenzó de inmediato, transformando la mezcla en un líquido dorado y cristalino. Seguimos agitando durante una hora a temperatura constante, y lo dejamos reposar toda la noche. Al día siguiente sacamos del cubo diez litros de biodiésel, quedando en el fondo dos litros de glicerina.
El isopropanol (alcohol isopropílico) necesario para valorar (medir la acidez) del aceite se puede comprar a distribuidores de productos químicos. Se dice que sirve con una pureza del 70%, pero a nosotros no nos dió buenos resultados. Es mejor que compres isopropanol con 99% de pureza a un distribuidor de productos químicos.
El rojo de fenol empleado en las piscinas no sirve para valorar el aceite de cocina usado porque su rango de pH no es lo bastante amplio. Hazlo con fenolftaleína, concretamente con solución de fenolftaleína al 1% (1.0 w/v %) con con etanol de 95% de pureza. La fenolftaleína dura un año. Hay que guardarla en un lugar fresco y oscuro porque es sensible a la luz y al calor.
Es más interesante hacer el biodiésel a partir de aceite usado, y también más difícil.
Primero comprueba la cantidad de agua. El aceite usado suele contener agua, que hay que quitarle antes de comenzar la reacción. Lee Secado del aceite, más abajo.
Después mide la acidez del aceite. Esta medición se llama valoración.
El contenido de ácidos grasos libres de las grasas y aceites refinados es menor del 0,1%. El aceite usado es más ácido, a veces mucho más. Los ácidos grasos libres se forman al cocinar. Su cantidad depende de la temperatura que alcance el aceite y del tiempo que se mantenga esa temperatura. A más calor y tiempo, más ácido se vuelve el aceite. La acidez obliga a aumentar la cantidad de catalizador para neutralizar los ácidos grasos libres, formando jabón, que se hunde junto con la glicerina.
******************Aquí hay otro método. Gasta menos energía y no hay riesgo de que se formen ácidos grasos libres por exceso de calor (sigue leyendo). Calienta el aceite hasta 60º C, mantén esa temperatura durante quince minutos y viertelo en otro recipiente para que repose al menos 24 horas. El 90% del contenido es aceite que puedes usar. El 10% restante (lo que hay en el fondo) es agua que no debes mezclar de nuevo con el aceite.
Con el aceite usado hace falta más catalizador que con el aceite nuevo, para neutralizar los ácidos grasos libres que se forman al cocinar el aceite e interfieren en transesterificación.
Tienes que hacer una valoración para determinar el contenido de ácidos grasos libres del aceite y cuanto catalizador necesitarás para neutralizarlos. Esto es determinar el pH, o nivel ácido-base. El valor 7 es neutro, valores inferiores aumentan la acidez, y valores superiores la reducen. Lo mejor es usar un medidor de pH electrónico, o bien tiras de comprobación del pH (papel tornasol), o solución de fenolftaleína.
También pensamos en usar zumo de repollo rojo, que cambia de rojo en un ácido fuerte, a rosa, púrpura, azul, y finalmente verde en una base fuerte. No teníamos medidor de pH, así que utilizamos solución de fenolftaleína. La fenolftaleína es incolora con pH inferior a 8,3, luego se vuelve rosa (o más bien magenta), y roja con pH 10,4.
Disuelve un gramo de catalizador en un litro de agua destilada (solución de catalizador al 0,1%). En un vaso de precipitados pequeño disuelve 1 ml de aceite en 10 ml de alcohol isopropílico puro. Calienta el vaso de precipitados al baño maría y remueve hasta que todo el aceite se halla disuelto. Añade dos gotas de solución de fenolftaleína.
Con una jeringa graduada pon solución de catalizador al 0,1%, gota a gota, en la solución de aceite-alcohol-fenolftaleína. Agita todo el tiempo hasta que la solución se vuelva rosa y mantenga el color durante 10 segundos. Anota el nº de ml de solución de catalizador que has usado y suma 3,5 al nº de gramos de catalizador por litro de aceite.
De nuestra primera valoración obtuvimos un resultado de 6 ml de solución de catalizador al 0,1% (no muy buen aceite), así que usamos 6 + 3,5 = 9,5 gramos de catalizador por litro de aceite: 95 gramos para 10 litros.
Después procede como con el aceite nuevo: mide la cantidad de catalizador que necesites y mézclalo con el metanol. Se calentará y tardará más en reaccionar porque esta vez hay más catalizador. Asegúrate de que se disuelve totalmente.
Añade con cuidado el metóxido de sodio al aceite caliente mientras lo revuelves, y sigue revolviendo durante una hora. Deja que la mezcla repose toda la noche y aspira el biodiésel con un sifón.
Las cinco primeras pruebas fueron de diez litros de aceite usado cada una; tres veces conseguimos biodiésel (algo más oscuro que el de aceite nuevo) y glicerina, y las otras dos se formó gelatina. Ten cuidado con la valoración, hazla dos veces, sólo para asegurarte. Sigue leyendo y aprenderás cómo conseguir un biodiésel de gran calidad cada vez que lo intentes.
La producción fue menor que con el aceite nuevo, con 8-9 litros de biodiésel en vez de 10. El método ácido-base, desarrollado desde entonces, permite obtener una producción mucho mayor con aceite que ya tiene mucho uso.
Comprueba la calidad de tu biodiésel con este control de calidad básico.
Para una descripción más detallada de la producción de biodiésel a partir de aceite de cocina usado consulta el método de una etapa.
Cuando estés seguro de que puedes conseguir buenos resultados cada vez que lo intentes, incluso con aceite usado de distintas procedencias, podrás aumentar la escala del proceso para cubrir tus necesidades de combustible. Ahora que conoces bien el proceso estás mejor preparado para saber qué tipo de reactor quieres que si hubieras empezado construyendo un reactor (como hacen muchos) antes de comprender el proceso.
«Comprender el proceso es indispensable para operar el reactor» Prof. P.V. Pannir Selvam, centro tecnológico, departamento dre ingeniería química, Universidade Federal do Rio Grande do Norte, Brasil. Lista de correo de los biocombustibles, 15 de abril de 2007.
Consulta reactores para biodiésel
Sin embargo las pruebas de un litro no son solo para principiantes. Es una técnica básica que emplearás siempre. Muchos productores caseros experimentados hacen pruebas de un litro con cada nuevo lote de aceite. Muchos no solo valoran el aceite cada vez para calcular la cantidad correcta de catalizador, también hacen pruebas de un litro, y después pruebas de lavado. De esta manera se aprende mucho, el combustible queda mejor, y se evitan problemas.
La gente que empieza haciendo lotes de cuarenta galones casi nunca aprende la exactitud y la disciplina que se adquieren al hacer pruebas de un litro. Su combustible es de peor calidad, y cuando algo va mal no saben como arreglarlo.
Si has seguido cuidadosamente las instrucciones de esta página y te has familiarizado con todas las variables, ya dispones de una buena metodología y sabrás qué hacer cuando algo vaya mal.
Escribe un diario de trabajo, toma notas, registra todos los pasos. Toma muestras de todos tus lotes en tarros de cristal pequeños y etiquétalos con claridad. Apunta en el diario estas tomas de muestras. No lo lamentarás.
Al cambiar de las pruebas de un litro a un reactor grande ten en cuenta que probablemente tendrás que ajustar el proceso. Todos los métodos se basan en valores medios y aproximaciones porque hay grandes diferencias entre los distintos reactores. Las batidoras agitan mucho más rápido que cualquier reactor. Probablemente el reactor tarde más en conseguir el mismo resultado. Emplea las pruebas de calidad para refinar el proceso en tu reactor.
El agua del aceite reacciona con el catalizador, especialmente si hay un exceso de catalizador, y puede que la mezcla se convierta en gelatina.
Empieza comprobando el contenido de agua del aceite. Calienta medio litro en una sartén mientras mides la temperatura con un termómetro. Si contiene agua empezará a chisporrotear a 50 ºC. Si aún no chisporrotea entre los 60 y los 65 ºC, no es necesario quitarle el agua.
Lee las recomendaciones de Mike Pelly: Secar el aceite
Aquí hay otro método, de Aleks Kac. Gasta menos energía y evita el riesgo de aumentar la cantidad de ácidos grasos libres por sobrecalentamiento. Calienta el aceite hasta 60 ºC, mantén esa temperatura durante quince minutos y viértelo en un recipiente de sedimentación. Déjalo en reposo por lo menos durante 24 horas (o durante una o dos semanas). Retira el aceite de arriba, dejando el 90% restante para que siga reposando.
Esto es lo que dice sobre el secado del aceite el miembro de la lista de correo de los biocombustibles Dale Scroggins:«En el aceite vegetal el agua puede estar presente como agua libre, que acaba hundiéndose hasta el fondo del recipiente; como gotitas en suspensión, que pueden hundirse si se calienta el aceite, o se fusionan; y como agua en disolución con otras impurezas del aceite. El agua libre es la más fácil de separar. Las gotitas se quitan más fácilmente fusionandolas y drenandolas. Las gotitas en suspensión que no pueden ser fusionadas y el agua en disolución son más problemáticas.
«Evaporar el agua es más difícil de lo que parece a simple vista. Las propiedades coligativas de las disoluciones (y de algunas mezclas) pueden hacer casi imposible la eliminación de las últimas trazas de agua. El agua mezclada con aceite no se evapora a la misma temperatura y presión que el agua pura. Cuando se ha evaporado una parte hace falta más calor, o menos presión, para evaporar el resto. Si el aceite contiene sales o ácidos grasos semisolubles la destilación se vuelve aún más difícil.
«Mientras disminuya el porcentaje de agua en la disolución (su fracción molar), su presión de vapor seguirá disminuyendo. Puede que no sea suficiente con reducir la presión en el sistema para mantener la evaporación cuando la solución se concentra (la fracción molar del soluto llega a ser mucho mayor que la del disolvente). El resultado depende de la naturaleza de las impurezas solubles en agua que contenga el aceite. Pocas disoluciones son perfectas, en términos de la ley de Raoult, y no hay forma de saber qué solutos contiene el aceite vegetal usado.»
Lo importante es cuanto uso tenga el aceite. Eso se sabe con la valoración. Cuanto mayor sea el resultado de la valoración, y más ácido sea el aceite, más agua contendrá y más difícil será separarla.
El miembro de la lista de correo de los biocombustibles Joe Street Añade:
«Aunque es cierto lo que dice Dale sobre los solutos desconocidos del aceite vegetal usado, y su propiedad de retener el agua, en la práctica incluso aceites muy malos pueden secarse con calor y vacío lo suficiente para que no den problemas durante la reacción.
«Calentando el aceite a la temperatura de reacción (58 ºC), y sometiéndolo a un vacío de 27 pulgadas de mercurio justo antes de la reacción, he podido quitar más agua de la que se habría hundido hasta el fondo si solo hubiera calentado.
«Estimo que el aceite a 55-60º C puede contener como máximo hasta 10.000 PPM (eso es el 1%) de agua. He experimentado con algunos aceites extremadamente saturados (valoraciones por encima de los 11 ml con solución de KOH al 0,1%) que requieren cantidades de catalizador ridículas si se intenta procesarlos con el método de una etapa. Aunque en esos casos no consigo reacciones completas, secando el aceite con calor y vacío he podido hacerlo, y además evitar problemas con la formación de jabón (también soy muy cuidadoso con la sosa y el metanol). Mantener la temperatura constante y medir la presión con un vacuómetro es una manera muy repetible de secar el aceite.»
Si no puedes generar vacío empieza calentando el aceite a 60º C y dejándolo reposar, como recomienda Aleks Kac, y si esto no da resultados satisfactorios, intenta evaporar el agua, como recomienda Mike Pelly. Antes de continuar haz una pequeña prueba con un litro del aceite.
Si todavía tienes dificultades después de eso, busca un aceite de mejor calidad.
También puedes intentar un prelavado con glicerina para secar el aceite y reducir la cantidad de ácidos grasos libres.
Mucha gente filtra el aceite de cocina usado antes de transformarlo en biodiésel, pero el filtrado requiere tiempo y energía, y no es necesario.
Dejando el aceite en reposo se consigue el mismo resultado, o mejor, y si hay agua esta también se hunde hasta el fondo.
Si es un aceite ácido de mala calidad calientalo primero, como para el secado (mira más arriba), y dejalo reposar.
Si no tienes tiempo para dejar el aceite en reposo, normalmente entre una y dos semanas, puede que merezca la pena recolectar más aceite y tenerlo almacenado, para ahorrar tiempo.
«Si recolectas el aceite más rápido de lo que lo procesas, tendrá tiempo para reposar. Después de muchas semanas de reposo queda muy seco, si se decanta con cuidado. El reposo también suele dejar un aceite espectacularmente cristalino cuando se observa en un recipiente de cristal (se puede leer letra pequeña a su través), lo que significa que está bastante limpio, puede que más limpio que si hubiera sido filtrado.» Joe Street, lista de correo de los biocombustibles, julio de 2006.
«Hace poco ayudé a alguien a empezar su producción de biodiésel. Había construido un elaborado sistema de filtrado y separación de agua. Le sugerí varias veces que confiara en la gravedad. Se fue durante diez días, y cuando volvió me llamó para decirme que no era capaz de distinguir entre el aceite sin filtrar de la mitad superior de un bidón y su aceite filtrado. Ha sustituido su sistema de filtrado por un depósito de sedimentación.» Tom Kelly, lista de correo de los biocombustibles, abril de 2006.
Así es como lo hace Tom:
«Dejo el aceite usado de cocina reposando en un bidón durante una semana (aquí el aceite vegetal llega a los restaurantes en bidones de plástico de 17,7 l (4,5 gal)). Después vierto el 80% superior de cada bidón en un barril de 55 gal y mezclo el 20% inferior de cinco bidones en uno solo. La mayor parte estará lista para el barril a la semana siguiente. Tengo cuatro bidones para el aceite usado. Uno con el aceite ya listo (después del reposo), dos reposando, y otro para ir llenandolo. Retiro el aceite desde arriba, dejando 1/4 en el fondo. Este aceite está muy cristalino y requiere muy poco secado.»
Nosotros lo hacemos de una forma muy parecida, dejando reposar el aceite de cocina usado en las latas metálicas de 18 litros en las que se distribuye el aceite de cocina, y retirando el que queda arriba. Lo que queda en el fondo dejamos que siga reposando.
Almacenamos el aceite usado en un barril de acero de doscientos litros, pero no bombeamos desde la superficie. El bidón tiene en el fondo un desagüe en el que encaja por dentro un tramo vertical de 15 cm de tubería de 2 cm de grosor. Sacando el aceite por la tubería los sedimentos permanecen quietos en el fondo.
Terminamos de vaciar el barril quitando la tubería, para que el resto del aceite salga con todas las impurezas por el mismo desagüe. Después dejamos reposar este aceite con impurezas en latas metálicas.
Los sedimentos separados del aceite pueden añadirse a la pila de compost.
La separación por gravedad funciona bien con aceites con un resultado en la valoración de hasta 3,5 ml de solución de NaOH, e incluso más.
Cuanto más ácido sea el aceite más agua e impurezas contendrá, y más tardarán en hundirse hasta el fondo durante el reposo. Para aceites muy ácidos calienta hasta 60º C durante quince minutos y dejalo en reposo.
No hace falta filtrar el biodiésel antes de usarlo.
Si está bien hecho, cualquier cosa que un filtro pueda retener estará en la capa de subproductos, no en el biodiésel.
«El biodiésel debería estar listo para su uso inmediato si está cristalino, brillante y sin partículas sólidas.» Jan Warnqvist, lista de correo de los biocombustibles, agosto de 2005
Si el aceite usado ha sido filtrado o ha estado en reposo, cualquier partícula sólida que llegue hasta el reactor será tan pequeña que no afectará al proceso. Durante la reacción y la sedimentación todas las partículas se hunden hasta la capa de subproductos.
Deja que las dos capas se separen completamente, separa los subproductos cuidadosamente, lava el biodiésel, secalo y usalo. No hay por qué filtrarlo.
El biodiésel mal hecho, con una reacción incompleta y demasiado jabón, puede contener impurezas en suspensión. Cuando se hace bien no contiene impurezas. Controla el proceso con lotes de prueba y pruebas de calidad.
La gente suele acelerar el proceso con la intención de hacerlo más eficiente, y suele hacerlo acortando los periodos de reposo.
No lo hagas. Son mejores los tiempos de reposo largos, para limpiar el aceite usado, para la separación de la glicerina y para la separación del agua de lavado, especialmente después del último lavado.
En realidad lo que quiere la gente cuando acelera el proceso suele ser una producción más rápida, no mayor eficiencia. Probablemente les vendría bien tener un reactor más grande o dos reactores en paralelo. También ayuda tener más depósitos de lavado y almacenamiento.
La gente quiere acelerar el proceso con una centrifugadora en vez de sedimentar (o en vez de lavar, en algunos casos).
Hemos recibido informes de que las centrifugadoras dan malos resultados comparadas con la sedimentación, y especialmente comparadas con el lavado – el lavado de combustible centrifugado deja mucho jabón en el agua de lavado, por tanto obviamente el centrifugado no fue efectivo.
Tenemos resultados de pruebas de laboratorio de biodiésel «terminado» hecho aquí en Japon, en un reactor comercial de 70.000 dólares. El combustible terminado fue lavado y secado, y después centrifugado, y al final se enviaron muestras al laboratorio para las pruebas. Pero el combustible centrifugado no cumplía con las normas de calidad.
Sin embargo nuestro biodiésel supera los requisitos de las normas de calidad, hecho con un reactor casero de cien dólares, sin centrifugadora.
No necesitas una centrifugadora. Como con el filtrado, si quieres más producción consigue un reactor mayor, o dos reactores en paralelo, y más depósitos de lavado y decantación.
De Chris Tan, miembro de la lista de correo de los biocombustibles: «Una buena aplicación de la mezcla de subproductos», 6 de octubre de 2007:
«Este es un buen uso para la mezcla de subproductos antes de desecharla definitivamente. Mi padre tuvo la idea de que puede usarse la mezcla de subproductos para secar el aceite vegetal usado; y funciona. La glicerina es lo bastante higroscópica para absorber la humedad mientras se hunde, de forma que no hay que calentar el aceite para secarlo. Como extra, la mayor parte del catalizador se queda con los subproductos después de la reacción, y neutraliza los ácidos grasos libres del aceite usado.
Lo que hacemos es usar una relación de peso de por lo menos 10/90: 10 kg de glicerina por cada 90 kg de aceite usado. Es posible reducir a cero el nivel de ácidos grasos libres con una gran cantidad de glicerina (si la tienes acumulada).
Usamos una bomba de agua normal de 1/2 hp con dos tuberías de entrada, una para la glicerina y otra para el aceite. Para regular la mezcla ajusto las válvulas de las entradas. La dejamos reposar en un depósito de decantación el mismo tiempo que para separar la glicerina del biodiésel, aunque es mejor dejarlo más tiempo por la viscosidad del aceite usado.
Bombeamos a la vez la mezcla de subproductos y el aceite a un recipiente que tenemos para esto. La glicerina fluye más despacio y la válvula de entrada debe estar ajustada para que termine de entrar a la vez que el aceite.
También puedes mezclarlos en el reactor (cuando termines acuerdate de drenar la glicerina repleta de agua y jabón). Completa dos ciclos de recirculación con la mezcla de glicerina y aceite. El tiempo que tarda depende de los galones por minuto de la bomba, y no es el mismo para aceite, más viscoso que el biodiésel; mide y calcula el tiempo que tarda en completar uno o dos ciclos.
Si hace frío calentar el aceite ayuda a la mezcla y a la sedimentación: precalienta hasta unos 30º C (86º F).»
Chris Tan
Hay que lavar el biodiésel para quitarle el jabón, el metanol, el catalizador, la glicerina y otras impurezas. Algunas personas (cada día menos) insisten en que no hace falta lavarlo, argumentando que unas pocas impurezas no dañan el motor.
Lee lo que tienen que decir sobre esas impurezas los fabricantes de equipos de inyección de combustible (Delphi, Stanadyne, Denso, Bosch):
Resumen (en inglés)
Documento completo (PDF 104 Kb) (en inglés)
Consulta también: Determinación de la influencia de los contaminantes en las propiedades del biodiésel, Jon H. Van Gerpen et al., Iowa State University, 32 de julio de 1996. Informe de 12.000 palabras sobre las impurezas y sus efectos (PDF 2,1 Mb): http://www.biodiesel.org/resources/reportsdatabase/reports/gen/gen014.pdf
Para que el biodiésel sea de buena calidad hay que lavarlo. Filtrarlo no sirve de nada, ni tampoco dejarlo reposar varias semanas. De todas formas lavarlo es fácil y merece la pena.
Consulta Lavado.
No es necesario modificar el motor para que funcione con biodiésel, pero hay que hacer ajustes y comprobar algunas cosas.
Retarda el tiempo de inyección dos o tres grados para compensar el hecho de que el biodiésel tiene mayor número de cetanos. Eso también hace que el combustible arda a menor temperatura y reduce las emisiones de óxidos de nitrógeno.
El diésel mineral deja mucha suciedad en el depósito y el sistema de combustible. El biodiésel es un buen disolvente, que desprende la suciedad y la arrastra. Al principio revisa regularmente los filtros del combustible. Empieza con un filtro nuevo.
Comprueba que no hay piezas de caucho natural en el sistema de distribución de combustible. Si las hay reemplázalas. El Vitón es mejor.
Consulta El biodiésel y tu vehículo.
Ponte guantes adecuados, delantal y gafas protectoras, y no respires los gases. El metanol puede causar ceguera y la muerte; no debes beberlo por ningún motivo. Es absorbido por la piel. El hidróxido de sodio puede causar quemaduras graves y la muerte. Cuando se mezclan estas dos substancias forman metóxido de sodio, que es extremadamente caustico (corrosivo). Son productos peligrosos, ¡trátalos con cuidado! Los guantes deben ser resistentes a los productos químicos y largos para que cubran las mangas y así los brazos queden totalmente protegidos. No sirve cualquier guante. Ten siempre agua corriente cerca cuando manipules estos productos. El lugar de trabajo debe estar muy bien ventilado. No puede haber cerca personas ajenas al proceso, ni niños, ni mascotas.
Los respiradores con cartucho para gases orgánicos son más o menos útiles contra el vapor de metanol. Los profesionales aconsejan usar los cartuchos contra gases orgánicos como máximo durante unas pocas horas, o no usarlos en absoluto. Sólo deben usarse sistemas con suministro de aire.
El mejor consejo es que no te expongas directamente a los gases. El mayor peligro es el metanol caliente. Cuando está frío o a temperatura ambiente desprende muy pocos gases y es fácil ventilarlos. No uses reactores abiertos. Los reactores para biodiésel deben estar cerrados, sin fugas de gases. Todos los recipientes que contengan metanol deben estar cerrados herméticamente para que no entre la humedad del aire.
Nosotros pasamos el metanol de su embase al mezclador de metóxido bombeando, sin que tenga contacto con el aire. Es fácil de hacer, sirve cualquier bomba de acuario (la misma que usas para lavar el biodiésel). El metóxido se prepara de esta forma: metóxido, el método sencillo, que es la forma segura de hacerlo. Se calienta bastante al principio, pero el recipiente está cerrado y no salen gases. Tras la mezcla el metóxido es bombeado al reactor (también cerrado) con la bomba de acuario. No escapa ningún gas y el líquido se traspasa lentamente, lo que es beneficioso tanto para el proceso como para la seguridad. Consulta adición del metóxido.
Producir biodiésel es seguro si tú eres cuidadoso y sensato. «Sensato» también significa que no tengas demasiado miedo, como les pasa a algunos: «Me gustaría producir biodiésel, pero me dan miedo esos venenos terribles». De hecho son bastante comunes en las casas. La sosa se vende en supermercados y droguerías para limpiar los desagües; probablemente haya un bote de sosa bajo el fregadero de la mayoría de las casas. El metanol es el componente principal del combustible para barbacoa y del combustible que usan los niños en los motores de sus aeromodelos. Míralo con perspectiva: se prudente con los productos químicos, pero no les tengas miedo.
Pregunta: ¿Cómo de peligroso es el metanol?
Respuesta: el metanol es una substancia química venenosa que puede dejarte ciego o matarte, e igual que al beberlo, también hace daño al absorberlo através de la piel y al respirar su vapor.
Pregunta: ¿Cuál es la dosis mortal?
Respuesta corta: cualquier cantidad entre cinco cucharaditas de café y más de un cuarto de litro, no se sabe bien.
Respuesta completa: La subceptibilidad humana a los efectos agudos de la intoxicación por metanol es extremadamente variable. Se desconoce la dosis mínima de metanol que causa deficiencias visuales graves. La dosis de metanol mortal para los humanos tampoco se conoce con certeza. Se estima que la dosis mortal mínima en ausencia de tratamiento médico está entre 0,3 y 1 g/kg.
Lo que quiere decir que se cree que hacen falta por lo menos 20 gramos de metanol para matar a una persona de estatura media, ó 25 ml, cinco cucharaditas de café. O puede que haga falta más de tres veces esa cantidad (66 gramos, 17 cucharaditas de café), o puede que más, y aun así solo te matará si no recibes asistencia médica en un día o dos, y en ese caso puede que aún sobrevivas.
Pero puede matar sin ninguna duda. Si bebes cinco cucharaditas de metanol puro necesitarás tratamiento médico aunque no te mate. Algunas personas han sobrevivido a dosis diez veces mayores (un cuarto de litro) sin sufrir daños permanentes. Pero otros no sobrevivieron a dosis mucho menores. Es crucial recibir atención médica inmediatamente, aunque sus efectos pueden tardar en aparecer.
Las autoridades advierten que ingerir hasta 1,3 gramos ó 1,7 ml de metanol, o inalar concentraciones de vapor de metanol inferiores a 200 ppm no debería dañar a la mayoría de la gente. No hay informes de daños graves en humanos por exposición a vapor de metanol mucho menor de 200 ppm.
De las 1.601 intoxicaciones por metanol registradas en EE.UU. En 1987 la tasa de defunción fue de 0,375%, o un caso de cada 267. Puede que fuera de solo uno por cada más de mil casos, pues la mayoría de los casos no quedó registrada. La causa en la mayoría de los casos fue beber licor casero mal hecho.
Mentira: «El metanol es ... una substancia química muy reactiva contra la que el cuerpo humano no puede defenderse. La piel lo absorve fácilmente y no hay forma de eliminarlo del cuerpo, por lo que el metanol disuelto en la sangre se acumula.»
Esta afirmación procede de un sitio web británico que que intenta vender aditivos solventes para usar el aceite vegetal como combustible, asustando a la gente con los supuestos peligros del biodiésel. Consulta The SVO vs biodiesel argument (en inglés).
Verdad: treinta litros de zumo de fruta probablemente contengan hasta veinte gramos de metanol, casi la dosis mortal mínima oficial. Hay metanol en la fruta fresca, las hortalizas, la cerveza, el vino, las bebidas dietéticas y los edulcorantes.
No solo eso, el cuerpo humano crea metanol. Forma parte de la sangre, de la orina, de la saliva y del aire que sale de los pulmones. Siempre está ahí, incluso si nunca has estado expuesto al metanol o sus vapores.
Es expulsado por el cuerpo con la orina y con el aire exalado. El cuerpo tarda en expulsarlo desde unas pocas horas para dosis pequeñas hasta un día o dos para dosis grandes.
Mentira: el mismo sitio web británico acusa al biodiésel de ser un desperdicio y perjudicial para el medio ambiente diciendo que contiene mucho metanol.
Verdad: El metanol se degrada fácilmente en el ambiente en condiciones aeróbicas y anaeróbicas (con o sin oxígeno) en muchas situaciones distintas.
Normalmente el 80% del metanol que llega a los sistemas de alcantarillado se biodegrada en cinco días.
El metanol sirve de alimento a muchos microorganismos del suelo, que lo descomponen totalmente en dióxido de carbono y agua.
El metanol es poco tóxico para los organismos acuáticos y terrestres y no se acumula en sus cuerpos. (Es tóxico principalmente para los humanos y los monos).
Es difícil que llegue a causar daños medioambientales. Solo se acumularía en el entorno o en los seres vivos si se vertiera muy concentrado y en gran cantidad. Los vertidos pequeños no causan daños al medio ambiente.
Mentira: Esto es lo que dice sobre el biodiésel un sitio web europeo sobre aceite vegetal usado como combustible: «El biodiésel es alceite vegetal alterado químicamente. Sin embargo el proceso de cambio químico del aceite vegetal puro es una operación muy costosa que consume gran cantidad de energía y sustituye la glicerina por metanol, además de añadir otras substancias químicas, resultando el producto final venenoso y tan perjudicial como el diésel fósil.»
Verdad: En el biodiésel lavado no hay metanol libre. Todas las normas de calidad requieren lavarlo. Según unos estudios de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. el biodiésel de metilesteres es menos tóxico que la sal de cocina y más biodegradable que el azúcar. No presenta ninguno de los riesgos de toxicidad y medioambientales de los combustibles fósiles.
Poniendo todo esto en perspectiva, el metanol es el componente principal (a veces el único) del combustible para barbacoa que se vende en los supermercados. También es el componente principal del combustible que usan los niños en sus aeromodelos.
Sí, el metanol es peligroso, pero es difícil decir cuán peligroso. Mientras seas cuidadoso y sensato y lo manipules con precaución no te hará ningún daño. Muchos miles de productores caseros de biodiésel de todo el mundo han estado usandolo durante años sin ningún contratiempo importante.
No hay informes de que la exposición al metanol sea cancerígena o cause daños en la reproducción o el desarrollo de los humanos. Sus efectos medioambientales son leves y desparecen pronto.
Los productores de biodiésel lo usan de forma segura y el biodiésel que hacemos con él es seguro y limpio.
Con información de: United Nations Environment Programme / International Labour Organisation / World Health Organization: International Programme On Chemical Safety, Environmental Health Criteria 196 - Methanol, de IPCS INCHEM, «Chemical Safety Information from Intergovernmental Organizations», en colaboración con el Canadian Centre for Occupational Health and Safety (CCOHS)
http://www.inchem.org/documents/ehc/ehc/ehc196.htm (en inglés)
Lee también:
Safety (MSDS) data for methyl alcohol (en inglés)
http://ptcl.chem.ox.ac.uk/MSDS/ME/methyl_alcohol.html
Methanol MSDS (en inglés)
http://www.jtbaker.com/msds/englishhtml/M2015.htm
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